Las heces de los perros nos pueden decir mucho de su estado de salud, si existen problemas del páncreas, infestación de parásitos, la digestibilidad y aprovechamiento del alimento entre otros. La consistencia fecal es principalmente una función de la humedad en las heces y puede usarse para identificar cambios en la salud del colon y otros problemas. En un perro sano, lo ideal es que las heces sean firmes, pero no duras, flexibles, segmentadas y fáciles de recoger. Las escalas nos ayudan a calificar el estado de las heces y anticiparnos a un problema de salud. Lo primero a identificar es la consistencia y color:
Muy duro y seco
Se expulsa como bolitas individuales
Requiere mucho esfuerzo para expulsarlo
No deja huella en la superficie cuando se recoge
Es muy pateable
Firme, pero no duro, es flexible
Segmentado
Deja poca huella en la superficie cuando se recoge
Es pateable
En forma de tronco
Superficie húmeda
Poca o ninguna segmentación visible
Deja residuos en la superficie, pero mantiene su forma cuando se recoge
Muy húmedo y empapado
En forma de tronco
Deja residuos en la superficie
Pierde forma cuando se recoge
Difícil de recoger
Muy húmedo
Forma todavía definida
Apilados en un montículo en lugar de troncos
Deja residuos en la superficie
Pierde totalmente su forma cuando se recoge
Tiene textura, pero no forma definida
Presente como manchas
Deja residuos en la superficie cuando se recoge
Humedad casi en su totalidad
Acuoso
Sin textura
Presente en charcos planos
Otros factores que pueden acompañar a las heces son: el volumen, sangre, mucosidad, esfuerzo en defecar, frecuencia, flatulencias, apetito y olor. El color de las heces varía dependiendo del tipo de alimentación que consume pero los tonos grises y color negro son indicadores de un problema de salud que atenderse.