A los perros les fascina el pollo. Es una fuente altamente concentrada de proteínas de alta calidad y buena digestibilidad, es una forma rentable y eficiente de aumentar el contenido de proteínas de la comida para perros.
El pollo normalmente se puede utilizar como fuente de proteínas, pero también puede proporcionar minerales, vitaminas y ácidos grasos esenciales. También es una fuente natural de glucosamina, calcio, magnesio, fósforo y sodio, aportando un buen equilibrio nutricional. Además, es rico en aminoácidos esenciales que ayudan a mantener un pelaje y una piel saludables y son cruciales para la salud y el bienestar del perro.
La comida para perros elaborada con pollo contiene más proteínas por gramo de alimento que la carne de cerdo. Por lo que encontramos este producto en la mayoría de recetas de comida para perros. Sin embargo, un perro no puede comer exclusivamente pollo ya que no le aporta todos los nutrientes y energía que necesita en su día a día. Para ello, el pollo debe complementarse con otros ingredientes como cereales, legumbres, tubérculos, verduras o frutas para conseguir una dieta completa y equilibrada.
Al igual que con los humanos, el pollo nunca debe consumirse crudo, ya que puede representar un peligro para la salud ya que no existe tratamiento para posibles virus y bacterias. La forma más habitual de ofrecerlo es cocido, sólo con agua, aunque actualmente existen alimentos formulados y equilibrados que hacen más segura y sencilla la administración de este alimento.
Las partes del pollo que un perro puede consumir son la carne, piel, patas y dentros. Nunca proporcionarle plumas, patas, cabezas, picos ni intestinos (llenos de heces fecales)
¿Por qué se utiliza el pollo en la comida para perros?
Es una fuente altamente concentrada de proteínas, es una forma rentable y eficiente de aumentar el contenido de proteínas de la comida para perros. Además de ser muy palatable, es una proteína fácilmente aceptada por casi todos los perros. También es una forma de proteína segura y fácilmente digerible. Si estás considerando alimentar a tu perro con pollo directamente de la pechuga cocida, es una opción confiable y saludable. La pechuga de pollo tiene un 20% de grasa y un 80% de proteína, lo que constituye un buen equilibrio para la dieta de su mascota.
Puedes darle pollo diariamente a través de una alimentación completa y equilibrada o, por el contrario, si prefieres dárselo a través de snacks de una forma más específica y complementaria, para aportar una fuente nutricional de proteína animal. Si notas algún cambio inusual en las heces, la piel o el comportamiento de tu perro después de alimentarlo con pollo recién cocido o alimento seco a base de pollo, asegúrate de consultar a su veterinario.