El vómito amarillo en los perros es muy común y es una de las principales razones por las que un perro visita a su veterinario. La mayoría de las veces se debe a que el estómago ha permanecido sin alimento por un prolongado tiempo o algo que tu perro ha ingerido y ha causado una inflamación en el estómago. Los vómitos amarillos se deben principalmente a la alta concentración de bilis en el estómago.
El nombre correcto es vómito bilioso ya que el color amarillo indica bilis e irritación del estómago, inicialmente es por estómago vacío y casi siempre se debe a un reflujo. Las causas del vómito amarillo en perros son muy diversas y, en la mayoría de los casos, es difícil encontrar un diagnóstico definitivo. Pero el reflujo de la bilis hace que los vómitos sean amarillos lo cual es normal, la bilis es una sustancia que se produce en la vesícula biliar después de filtrar la sangre. Este tipo de vómito amarillo suele ocurrir mientras esta en ayunas el perro, porque el estómago está vacío y no se puede mezclar con el contenido del estómago Además causa molestias y gastritis.
Sin embargo, ¿deberíamos de preocuparnos? Las náuseas, el estómago vacío, reflujo ácido, bilis casi siempre se debe a que los perros que pasan demasiado tiempo entre comidas suelen vomitar material amarillo a primera hora de la mañana. Para ayudarlo, intenta alimentarlo más tarde en la noche, darle un refrigerio rico en proteínas justo antes de acostarse o dividir su comida en dos o tres porciones al día. Si esto no ayuda y tu perro se niega a comer, llama a tu veterinario pues tal vez el problema sea por otro motivo.
Si bien una dieta de alta calidad basada en croquetas es fundamental para asegurar una buena nutrición en tu perro, hay ocasiones en las que pueden surgir problemas estomacales que debemos tener en cuenta. Por ejemplo, el reflujo ácido, náuseas y vómito con bilis (líquido amarillo) suelen presentarse cuando los perros pasan demasiado tiempo sin comer, especialmente a primera hora de la mañana. Para aliviar esto, intenta alimentarlo más tarde en la noche, ofrecerle un snack rico en proteínas antes de dormir o dividir sus comidas en dos o tres porciones al día. Sin embargo, si estos cambios no ayudan y tu perro sigue rechazando la comida, consulta a tu veterinario, ya que podría tratarse de otro problema subyacente.
Es importante no confundir el vómito con la regurgitación: el vómito involucra contracciones abdominales y un esfuerzo visible por parte del perro, mientras que la regurgitación ocurre de forma más pasiva, sin esfuerzo aparente.
¿Cuándo debemos acudir al veterinario?
- Si los vómitos son más de 3 al día.
- Si se prolonga en el tiempo más de 12 horas.
- Si tu perro se encuentra muy apático.
- Si tienes sospechas de que pueda haber ingerido algún cuerpo extraño.
- Si el vómito presenta sangre o es de color negruzco.
- Si no presenta interés por la comida más de 12 horas.
En resumen, una dieta adecuada y balanceada, como una buena selección de croquetas de alta calidad, es clave para la salud de tu perro. Sin embargo, si notas signos de malestar estomacal, como vómitos frecuentes o falta de apetito, es importante no ignorarlos y realizar ajustes en su rutina alimenticia. Dividir las comidas o incluir un snack antes de dormir puede marcar una gran diferencia en su bienestar. No obstante, si los síntomas persisten, consulta a tu veterinario para descartar problemas más serios. El bienestar de tu perro siempre debe ser la prioridad, y actuar a tiempo puede prevenir complicaciones mayores