Cuando una perra no está esterilizada, llegará un momento en que experimentará su ciclo reproductivo o “celo”. Este periodo puede generar cambios físicos, de comportamiento y ciertas necesidades especiales. Estar preparado te ayudará a manejarlo con calma y proteger a tu mascota. A continuación te explico qué sucede, cómo identificarlo, qué hacer y cuándo consultar al veterinario.

¿Cuándo empieza el celo en una perra?

El primer celo generalmente aparece entre los 6 y 12 meses de edad, aunque puede variar según la raza, tamaño y genética.
Luego, los celos suelen repetirse cada 5 a 8 meses en muchas perras pequeñas o medianas. En razas grandes, ese intervalo puede ser más largo.
Cada ciclo dura unas semanas, y durante ese tiempo la perra atraviesa etapas reproductivas con distintos signos.

Qué ocurre durante el celo

El ciclo tiene distintas fases, entre las que destacan:

• Proestro: comienza el celo. La vulva se hincha y aparece una secreción sanguinolenta. En esta etapa, los machos se sienten atraídos, pero la perra no acepta cortejo.
  
  

• Estro: es la fase fértil, cuando la perra puede concebir. La secreción puede volverse menos intensa o más clara, y tolerará al macho.
  
  

• Diestro: tras el estro, la perra ya no es receptiva ni fértil. La vulva regresa a su tamaño normal y las secreciones disminuyen.
  
  

• Anestro: es el período entre ciclos, cuando la actividad reproductiva está en pausa.

Signos de que tu perra está en celo

Durante el celo, es posible que notes algunos de estos síntomas:

• Secreción sanguinolenta o rosada por la vulva
  
  

• Hinchazón de la vulva
  
  

• Mayor interés de los machos
  
  

• Cambios en el comportamiento (más afectuosa, inquieta o aislamiento)
  
  

• Lamerse frecuentemente la zona genital
  
  

• Posible aumento de micción
  
  

No todas las perras muestran todos los signos con la misma intensidad: algunas presentan poca secreción, otras cambios de actitud marcados.

Cómo prepararte para el celo

Para que esta etapa sea más manejable tanto para ti como para tu perra, puedes hacer lo siguiente:

1. Lleva un registro del ciclo
   Anota el día en que inicia el celo para anticiparte y estar lista.
   
   

2. Prepara protección para la casa
   Usa pañales especiales para perras en celo (reutilizables o desechables), colocados de forma cómoda y cambiándolos frecuentemente para evitar manchas.
   
   

3. Espacios seguros y separados
   Mantén a la perra apartada de machos no castrados. Usa puertas o barreras físicas para evitar encuentros no deseados.
   
   

4. Evita paseos libres y lugares concurridos
   Durante esos días, saca a tu perra con correa firme, evita parques o zonas con perros sin supervisión.
   
   

5. Cuida su comodidad y ambiente
   Dale un lugar limpio, tranquilo y con agua fresca. A veces la perra puede sentirse más sensible; ofrece atención, pero respeta cuando quiera descansar.
   
   

6. Evita cruzas accidentales
   Si tienes más perros machos o el macho está cerca, asegúrate de que estén separados o no tengan acceso durante todo el celo.

Qué hacer si ocurre una monta accidental

Si tu perra se monta con un macho durante su celo y deseas evitar que quede embarazada, es importante que consultes con tu veterinario lo antes posible. En algunos casos aplican métodos anticonceptivos de emergencia, aunque no siempre son recomendables y tienen riesgos. Solo un profesional podrá valorar la mejor opción según la salud y circunstancia de tu mascota.

Cuándo es peligroso o se necesita apoyo veterinario

Visita al veterinario si ves:

• Sangrado excesivo o prolongado
  
  

• Secreciones con mal olor, pus o signos de infección
  
  

• Cambios extremos de comportamiento o dolor evidente
  
  

• Que el celo no culmina y parece prolongarse mucho tiempo
  
  

• Señales de posible embarazo no deseado
  
  

En estos casos, puede haber una enfermedad ginecológica, complicaciones hormonales o infecciones.

Estar preparado para el celo de tu perra puede reducir estrés y riesgos. Si aún no tienes claro su ciclo, no sabes cómo manejarlo o deseas protegerla a largo plazo, agenda una consulta con un veterinario de confianza. Juntos pueden planear cuándo esterilizarla, cómo acompañarla durante sus ciclos y qué cuidados específicos necesita. Compartir esta guía también ayuda a otros dueños a estar listos cuando llegue ese momento.